Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Ha vuelto la batuta zurda con su vida ordenada

No seré yo el que ponga en el debe de Mourinho la suplencia de Özil antes de que llegara el parón navideño. El alemán se borró de la titularidad en muchos partidos porque su estado de forma era, como poco, preocupante. Por mucha calidad que atesores, si te falla la condición física acabas siendo un estorbo. Özil seguía manejando con destreza la pelota, pero no se iba de nadie, llegaba tarde a las paredes que tiraba y terminaba los partidos desfondado. Eso lo vimos todos y ahí comenzó a nacer una historia parecida a la de Sneijder. Acababa de descubrir el glamour de pertenecer a un equipo histórico y a su alcance estaban muchas de las cosas que siempre había soñado, además de las deportivas. Me consta que desde el club le dieron un toque. Volvió de forma electrizante en una plaza grande como el Camp Nou. Abidal aún le está buscando. Y confirmó esas sensaciones contra el Zaragoza en el mejor partido desde que es madridista. Queda la duda de si ese renacer debería haberse producido en la ida de Copa contra el Barça.

Y lo más interesante es que con su regreso ha ayudado a que aparezca de nuevo Kaká. Se entienden a la primera. Pero lo mismo podríamos decir de Xabi, Granero o Benzema. Su forma de romper las líneas enemigas con el balón pegado a la bota logra que el resto se sienta más cómodo. No es casualidad que llevara diez meses sin marcar en Liga. Volvemos a lo de que cuando no te alcanza lo físico, no llegas. Y se evidencia más cara al gol. El pasado sábado estaba más fresco que la mayoría. Intuyo que además de haber ordenado su vida, ha dado resultado un plan específico en ese apartado y un excelente reposo durante las vacaciones de Navidad.