El seguidor culé pasó miedo

El seguidor culé pasó miedo

Hacía mucho tiempo, mucho, que el soci blaugrana no sufría. Tanto, que muchos ni se acordaban de lo que se sentía en la grada viendo llegar al rival con tanta solvencia ante la meta propia, ni que ésta fuera defendida por Pinto. Y tuvo que ser ante el Real Madrid, una versión sensacional y muy mejorada la de anoche, que acalló el Camp Nou cuando comenzaba a mofarse de José Mourinho, del vestuario, de los topos y de todas las desgracias ajenas que estos días han caldeado el mejor Clásico, en cuanto juego alterno, de la última década. Guardiola advirtió el martes en la previa y ayer, sus temores, se confirmaron. No hay que dar nunca por muerto al eterno rival hasta un cuarto de hora después de que acabe el partido, por si acaso.

Muchos culés acudían al Camp Nou sin ser conscientes de que el choque fuese el más determinante de los últimos años. Golear al Madrid significaba meter una bomba en el vestuario de Mou, al que ahora le quedarán argumentos para renacer ilusiones. Era como una final a finales de enero, con más de media temporada por delante. Y moralmente, la batalla la ganó el Madrid. Los culés se habían venido arriba tras el meneo de la semana pasada en el Bernabéu, pero los blancos juegan mejor como visitantes ante el Barça, al igual que sucede a los culés en la capital. Cosas de los grandes. Pep va a tener que trabajar mucho ese aspecto con sus jugadores: en abril (sin no hay cruces en Champions) habrá el Clásico de Liga, puede ser decisivo.