Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

¿Será bueno tanto ruido?

El factor psicológico es fundamental en el fútbol. Si algunos jugadores del Madrid se sintieron frustrados en la ida cuando supieron el once que había pergeñado su entrenador, igual hoy salen con una dosis extra de motivación tras verse en el escaparate que menos les gusta: el de la polémica. Porque nos hemos olvidado un poco de que al final son los jugadores los que sacan adelante estas eliminatorias. Cierto que les ayuda si desde el banquillo no les ponen trampas. Pero al final son ellos los que tienen en su mano voltear situaciones complicadas. Sería injusto que por determinadas broncas en las conferencias de prensa o por algunas portadas de periódico, acabáramos olvidando lo que ocurre dentro del rectángulo de juego. Y menos que sirviera de escudo protector.

Es evidente que el cabreo del aficionado es por la forma en la que se achicó el equipo hace una semana. Y es que en el Bernabéu se ha visto pocas veces que salgas a defender con ocho y le regales el balón al contrario. La anterior, en la semifinal de Champions. Pero incluso en esas circunstancias, el socio espera un acto de rebeldía del jugador para irse a por el rival. No estoy hablando de autogestión. Simplemente plantar su calidad en el campo y no resignarse ante lo evidente. Y eso también ha faltado en las múltiples citas contra el Barça en el último año. Parece como que se da por descontada la derrota. Y que una vez consumada la misma, hablaremos más de pizarra de uno y otro en el banquillo que de la actuación de cada jugador. Hoy, ellos tienen una oportunidad para reivindicarse.