Bielsa talla un Athletic para grandes cosas, quizás esta misma temporada. Las finales de Copa y Europa League o meterse en Champions son objetivos reales para un equipo atrevido, desafiante con el balón. Faltan matices de contundencia en diferentes zonas del campo y no cometer errores de bulto, como el penalti de Iturraspe, en un agarrón en zona prohibida. Jugó una primera mitad soberbia, en la que únicamente faltó acertar: De Marcos y Llorente tuvieron el 1-2. El 0-1, con engaño en la mirada de Herrera, centro preciso de Javi Martínez y remate de Llorente fue una belleza. Lástima que entre Marcelo y Benzema respondiesen tan pronto. Mourinho jugó a la ruleta rusa con una alineación muy ofensiva, con Özil y Kaká. Y le salió bien.

Me comentaba Herrera el jueves que quizás fuese más difícil para el Athletic ganar al Madrid que al Barça, por las transiciones tan rápidas de los de Mourinho. Para no provocar la estampida blanca, había que acabar las jugadas, mejor en la red que en la tribuna. Los leones concedieron contragolpes y lo pagaron caro. Claro está que lo que se trata es mostrar una personalidad, una idea ofensiva y este proyecto la tiene. Fomentar el orgullo, divertir y emocionar son las misiones de un equipo que ya enamora. No me gustó el cambio de Llorente. Visto el resultado final, le vendrá bien para Palma el descanso. Porque meterse en semifinales sí que es una obligación para este equipo. El 2-0 debe pesar al Mallorca. ¡Buen Athletic, carajo!