El Madrid sufre mal de altura

Llega el Athletic al Bernabéu. Un histórico. Nadie le vio jugar nunca un partido en Segunda. Mi abuelo Fernando, que en paz descanse, ya me avisaba del poderío del que era su equipo del alma: "Tomasito, hazte del Athletic, un equipo con once leones". No le hice caso, como es evidente, pero sí me enseñó a respetar la leyenda de este club legendario que ahora muestra su perfil más estético de la mano de Bielsa. Pero no es su toque lo que me preocupa. El principal potencial ofensivo de este equipo que huele a final de Copa es tocayo de mi abuelo. Llorente es un peligro público con esos balones que cuelgan por el área sin dueño definido. Sus 195 centímetros son una amenaza para un líder que en enero ha sufrido un mal de altura

Lo sucedido estas semanas es digno de un capítulo de Cuarto Milenio. Con Pepe (1,86 metros), Ramos (1,83), Varane (1,90), Albiol (1,87), Carvalho (1,83) y Arbeloa (1,84) el Madrid tiene una zaga digna de exposición. Pero los turrones de Navidad debían de estar rellenos de bolas de plomo. Por alto van cayendo goles absurdos para desesperación de Iker. Cinco casi seguidos, tres a balón parado Es necesario que Mourinho les haga entender que este tipo de goles desmorona el trabajo de laboratorio. El líder debe curar hoy sus dolores de cabeza