Ya nadie quedará conforme

No sabía si escribir o no sobre el nuevo aplazamiento del veredicto de Alberto Contador. Porque si no fuera porque está en juego el futuro de uno de los mejores deportistas españoles (y con esto no tomo partido ni a favor ni en contra), sería para empezar a tomárselo a risa. Ha pasado ya un año y medio desde el positivo en el Tour de Francia 2010 y todavía no conocemos la resolución. Pues sigamos esperando.

Inicialmente se fue retrasando porque la UCI tuvo aparcado el expediente para tratarlo como “un caso especial”. Luego se demoró la resolución de la Federación Española porque la UCI y la AMA no contestaron a varios requerimientos, entre otras cosas porque les pilló por medio las Navidades (hablamos todavía de 2010). Cuando por fin hubo veredicto en febrero de 2011, la UCI y la AMA apuraron sus plazos hasta el final para decidir si recurrían al TAS. La vista se aplazó hasta dos veces por acuerdo de ambas partes hasta que por fin se celebró a finales de noviembre. El TAS advirtió entonces que la resolución se retrasaría en torno a un mes y medio porque el elevado volumen de material empujaba a un largo razonamiento jurídico. Y ahora anuncia que hay que esperar otra quincena más…

Y ahora, ¿por qué? Pues porque en las últimas fechas ha habido varias fuentes poniendo en duda la independencia del presidente de la terna de árbitros, Efraim Barak. El dueño del RadioShack-Nissan, Flavio Becca, mostró sus dudas por el hecho de que el Saxo Bank se concentrara en Israel, el país del juez principal, unos días después del juicio, y allí fuera recibido por el presidente hebreo, Simon Peres. A continuación, abogados de la AMA se quejaron a través de AP de un presunto trato de favor de Barak para Contador durante el proceso.

Voy a confesarles una cosa. Yo ya supe extraoficialmente de estas quejas de la AMA durante la vista, que cubrí como enviado especial en Lausana. Y también de su malestar porque Barak había estado en España dos veces en fechas anteriores, entre ellas en unas Jornadas de Dopaje organizadas por el CSD en las que también acudió Gorka Villar, abogado de Contador. Por cierto, la AMA también estuvo representada allí por Frederic Donzé y la UCI por Mario Zorzoli, por si alguien lo ha olvidado.

Con todo el respeto al derecho que pueda tener cualquier parte de expresar sus quejas, lo que no entiendo es que estas no hayan sido expuestas antes y por los conductos reglamentarios. Sembrar ahora de dudas la sentencia atacando a uno de los jueces, cuando no fue recusado anteriormente, no hace ningún bien al proceso y, para mayor desesperación, sólo ha servido para demorar un poco más la larga agonía. Este final del caso sólo va a servir para que, sea cual sea la sentencia, ya nadie se quede conforme: si absuelven a Contador, muchos culparán al árbitro israelí; si lo condenan, otros pueden decir que ha sido por la presión de la AMA. Eso hemos conseguido.

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