No es nuevo que el Athletic sea incapaz de ganar en Getafe. Por ahí no debiera haber preocupación alguna en Bilbao. La inquietud de los aficionados va más por lo que cuesta a los leones hacer peligro pese a tener el mando sobre el balón. Si Iraola hubiese acertado en el jugadón colectivo de la primera mitad, quizás se hablaría de otra historia, pero la realidad es que el equipo de Bielsa necesita que Llorente coja ya ritmo para tener presencia en el área. El Athletic no da el salto de calidad y lo mejor que se puede decir de su partido en el Coliseum es que no dejó hacer gran cosa a los de Luis García. La banda derecha getafense sembró incertidumbre y Miku tuvo el triunfo en su cabeza en la única laguna defensiva a balón parado del encuentro.

Apenas dio más que para detalles: la bicicleta de Barrada, el gesto de Susaeta de levantar la cabeza para ver si tenía pase antes de chutar a los dos postes, algún caño y tacón, la certificación de que Amorebieta está imponente al cruce... Y luego queda un debate que se alimenta día a día, si merece la pena sacrificar a Javi Martínez para armar una gran defensa y jugársela con Iturraspe en medio campo. Bielsa no tiene dudas, pero tampoco futbolistas con la incorporación del campeón del mundo.