Resultados como medicina

Resultados como medicina

El efecto Cholo me ilusiona. Hacía años que no veía en los entrenamientos del Atlético a un entrenador tan dialogante con sus jugadores: les corrige sobre la marcha, para los ejercicios, habla de manera individual y colectiva con los afectados, se gana el afecto de la afición dejándoles ver su trabajo y, encima, en todas sus declaraciones transmite mensajes procolchoneros. Simeone, que era una decisión tribunera del consejo para calmar al Calderón, al menos se está ganando el beneficio de la duda. Su filosofía es de las que gusta a los rojiblancos: hay que meter la pierna, ser agresivos, salir al contragolpe y honrar la camiseta y el escudo que defienden. Luego encima si se juega bien, mucho mejor. El equipo está hundido en la más absoluta de las miserias y la primera medicina que necesita son los resultados. El método no importa en este momento.

Todavía hay tiempo de luchar por la Champions y de ser uno de los cocos de la Europa League. La final de Bucarest tiene que ser una prioridad. El sábado veremos a un Atlético diferente. Tocará menos el balón, estarán prohibidos los caños o las jugadas de cara a la galería, pero volverá a ser el conjunto contragolpeador que sentó las bases de un sistema de fútbol en nuestro país. El Cholo ya se ha ganado a la gente y en el vestuario saben que no va a pasar ni una. Hacía tiempo que los jugadores necesitaban mano dura. Basta ya de paternalismo. Este proyecto tiene más calidad de lo que ha demostrado hasta ahora y, desde luego, bochornos como los de Getafe, Espanyol o Albacete no se volverán a repetir. Estas navidades se pueden vestir de colchoneras ya que en el banquillo Simeone ha llegado pidiendo marcha a sus peloteros y tiene hambre.