Una ilusión basada en hechos reales

El reportaje revela el estado de serenidad y optimismo que disfruta el Madrid ante el mayor reto de su historia. Desbancar en 2012 al mejor Barça de todos los tiempos es un deseo basado en hechos reales, un estado anímico contagioso, un vigor físico envidiable y unos argumentos futbolísticos incontestables. El Madrid está construyendo una Torre Eiffel a la otra orilla del Sena, lo que no deja de ser una osadía que tendrá el Premio Gordo del Prestigio si el final del camino se dibuja en Cibeles y no en Canaletas.

Me gusta el semblante firme y pleno de autoestima de Mourinho y la posición de mando sin perder la compostura de Florentino (su matrimonio con el portugués ya no es de conveniencia, directamente sintonizan por igual en FM y AM). Casillas mantiene esa frescura del capitán que se resiste a hacerse mayor, como si fuese el Peter Pan de las porterías. No ser Galáctico y ser de Móstoles tiene sus ventajas. Tampoco tiene desperdicio el look desordenado de Marcelo. Luce una chaqueta gris estilosa, pero la camiseta informal denota esa rebeldía innata del mejor lateral zurdo del mundo. Sergio Ramos lleva un jersey rojo pasión, como es él, puro fuego. Y acabo la foto con Higuaín. Elegante, apostando por el oscuro y mostrando una sonrisa medida y comedida que le convierte en un veterano de 24 años. En esta postal navideña de los futuros campeones sólo me falta Xabi Alonso, que lo mismo traza un pase que rediseña el puente de Brooklyn, que se come unas angulas con Puyol que destierran los malos rollos y el clima avinagrado del puente aéreo. Estos son los poderes del gran candidato a la triple corona. El Barça es el favorito y muchos le ven como caballo ganador. Pero el Madrid de Mou es más que una ilusión. Es una bendita realidad.