Mirotic, el Madrid y su crecimiento
El Madrid sigue creciendo en Europa. Ha vengado la derrota de la primera vuelta ante el Partizán y asegura virtualmente el liderato de grupo, lo que tiene mucho mérito porque, recordemos, éste era calificado como grupo de la muerte. La marcha de Serge Ibaka y Rudy Fernández motiva un obligado reajuste en el escalafón de la plantilla. Nikola Mirotic empieza a significarse como jugador franquicia, lo cual es positivo por una parte, pero añade el temor de que lo robe la NBA. En cambio, Ante Tomic parece estancado y es, quizá, el único del equipo que no responde al buen hacer de Pablo Laso, quien brinda oportunidades a todos.
En baloncesto hay dos cosas que no pueden entrenarse: los centímetros y el coraje. Tomic tiene mucha altura, pero también sangre de horchata. Sólo con la mitad del carácter de Felipe Reyes, por ejemplo, sería la estrella que muchos veían en él. Felipe, por cierto, merece capítulo aparte. Messina estuvo a punto de sacarle del equipo o de hundir su moral, pero el capitán madridista ha resurgido con una eficacia y profesionalidad admirables. Tras el resbalón ante Estudiantes, el Madrid ha sabido reaccionar y, tal como dijo Pablo Laso, sus jugadores recuerdan de nuevo que los partidos duran 40 minutos. Ya no hay ningún NBA en la plantilla, pero insisto en que una gran virtud de Laso es aprovechar al máximo a todos sus jugadores.