El Madrid, un proyecto sólido
Tras múltiples tentativas y decepciones, parece que el Madrid-basket vislumbra la luz al final del túnel, recupera la esperanza de volver a la cumbre tras varios años de ostracismo. Su triunfo arrollador del pasado jueves frente al Maccabi tiene mucha importancia. La gente no olvida que el Maccabi ha sido el verdugo europeo en las últimas campañas. Derrotarle ahora, con claridad y brillantez, es muy significativo. Puede afirmarse que algo se mueve ya de forma positiva en el equipo blanco. Y no sólo en el juego, sino en los despachos. El fichaje del alero Kyle Singler, estrella universitaria estadounidense, confirma los buenos reflejos exhibidos en las contrataciones de Rudy Fernández y Serge Ibaka, con visos de retorno en la primera de ellas.
El Barcelona, de la mano de Joan Creus y Xavi Pascual, ha puesto el listón altísimo, pero el Madrid ha equilibrado ya fuerzas en cuatro posiciones: del uno al cuatro. Lo que sigue marcando diferencias es el enorme potencial azulgrana en hombres altos. Lorbek, Fran Vázquez, Ndong, Perovic y, para redondear, el joven senegalés Papa Mbaye. No hay en Europa una nómina de pívots semejante. El Madrid también está bien surtido (Tomic, Begic, Reyes, Mirotic, Velickovic) pero un escalón por debajo. Necesita robar una pieza (Lorbek, Fran o Ndong) para abatir al ogro.