Alonso está mejor que nunca
Sin quererlo, Sebastian Vettel ha sido otra vez el protagonista del GP de Abu Dhabi, aunque en esta ocasión por mala suerte, todo lo contrario que el año pasado. El ya bicampeón alemán, en apenas veinte segundos de carrera, ha protagonizado el pinchazo más inverosímil de la historia de la especialidad, un fallo de Red Bull o Pirelli (uno de los puntos negros de la temporada), que le deja sin poder igualar el récord de trece victorias que Michael Schumacher, con su Ferrari, logró en el Mundial 2004. Una pena, de verdad, porque la temporada que está realizando con el RB7 es merecedora de destrozar récords y lo que se ponga por delante. No recuerdo un año tan impecable y arrollador en los anales de la Fórmula 1 como el de este alemán.
E liminado Vettel, surgieron Hamilton y Alonso. El inglés, lejos de su extraño compañero de fatigas, Massa, ha sido otro protagonista. Es increíble cómo puede influirle el factor testosterona, sobre todo desde que le dejó Ron Dennis. Es fantástico, pero necesita tanto un buen jefe como Alonso un buen ingeniero. Si regresara Dennis, Fernando tuviera un Newey o Paddy Lowe, y Vettel y Red Bull mantuvieran su nivel, la temporada 2012 podría ser la mejor de la historia. El asturiano ratificó en la primera vuelta lo que le contó a Manuel Franco, que está mejor que nunca, y demostró lo que podría hacer con un monoplaza como Dios manda. Hizo dos adelantamientos de una ferocidad juvenil, pero con las manos de un artista y la cabeza de un genio. La inteligencia, hasta acabar segundo, puso el resto.