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La oscura 'Diosa de la Abundancia'

Una vez más, el Annapurna, la Diosa de la Abundancia, vuelve a mostrar su rostro más oscuro y salvaje. El veterano alpinista coreano Park Young-seok y dos compatriotas desaparecieron hace ya trece días en la vertiginosa pared sur de esta montaña y, por tantas razones, mítico ochomil. Todo hace suponer que una avalancha los ha sepultado mientras trataban de abrir una nueva vía. De hecho, en su última comunicación con el campo base, afirmaban que habían decidido retirarse debido a las continuas avalanchas de nieve, hielo y roca que les caían desde los 1.700 metros de pared vertical que aún les quedaban por escalar.

El Annapurna, y seguramente su pared sur, debía estar especialmente peligrosa esta temporada. Terminaba así la brillante carrera de Young-seok quien había escalado los catorce gigantes (si bien cinco de ellos, los más altos, con botellas de oxígeno), amén de haber coronado las cimas más altas de los siete continentes y haber alcanzado los dos polos geográficos a pie. Y lo ha hecho en una montaña tan simbólica para la historia del alpinismo. Lo es por haber sido la primera en conquistarse, en 1950, por una expedición francesa liderada por Maurice Herzog. Como también lo es por su negra estadística de vidas cobradas en el intento de hollar su cima, que la convierte en la montaña más letal y hace que merezcan especial consideración logros como el de Juan Oiarzábal, quien la ha escalado en dos ocasiones. Dentro de las diversas vías por las que se intenta llegar a esa cumbre de 8.091 m, su cara sur, de varios kilómetros de anchura y 4.000 metros de desnivel constantemente expuestos a desprendimientos y avalanchas, es sin duda la más difícil y peligrosa. Junto a la sudoeste del Everest y la sur del Lothse forman la trilogía de desafíos absolutamente extremos en los ochomiles. Como ocurriera en 1950, de nuevo el Annapurna fue escenario de un salto cualitativo para el alpinismo mundial.

Ocurrió en 1970, cuando su cara sur fue superada por primera vez por una expedición británica liderada por Chris Bonington. Cuando descendían uno de sus integrantes, Ian Clough, falleció. Quizá el mayor logro conseguido hasta la fecha por el alpinismo español haya sido en esta montaña protagonizado por Nil Bohigas y Enric Lucas en 1984 al abrir en ella una nueva vía en estilo alpino. De nuevo, el Annapurna ha vuelto a ser inclemente con quienes desafían sus muchos riesgos, imponiendo la cruel evidencia que la convierte en la más peligrosa del mundo.