Marco Simoncelli, corazón de león
Ambrosini, Leoni, Geminiani, Frigerio, Colombo, Covi, Parlotti, Pasolini, Buscherini, Tordi, Ziggiotto, Pazzaglia y ahora Marco Simonceli, el piloto italiano número trece, maldito trece, en fallecer, el 105 en la historia de los mundiales. Hoy hacía 413 días que había muerto Shoya Tomizawa. Busco y rebusco más cifras y datos, ya que solo me sale pensar en números,porcentajes y cosas de este tipo, porque la verdad es que toda la gran familia del motociclismo estamos hundidos. Cuando ves un impacto así primero piensas que no ha sido nada, uno más. Vemos tantos y tantos cada fin de semana que nos son indiferentes, incluso llegamos a creer que los pilotos son indestructibles,inmortales, unos gladiadores que se juegan la vida cada fin de semana como si nada. Nos parece algo normal, pero no lo es, las carreras de motos son tan peligrosas como reales, porque en ellas, sobre todas las cosas, solo esta vigente un código: la ley del motociclismo, la ley del más rápido.
Como siempre habrá que analizar qué ha sucedido, no es normal que un casco salga disparado. Quizá lo abrochó mal o quizá el impacto fue realmente salvaje, no lo sé, pero con urgencia se tendrá que repasar la seguridad de los cascos y poner en marcha unos controles más exigentes antes de cada carrera. Hay que asegurarse, todavía más, de que los cascos vayan bien sujetos. Sería un nuevo avance, otro más, en la seguridad de los GGPP a los que creo que no hay que reprochar nada o muy poco, porque sigo creyendo que son realmente seguros. Pero contra la mala suerte no hay nada que hacer excepto no tenerla. Será difícil de olvidar a Marco, un gran piloto, de los de antes, el último de una estirpe de motoristas que ya no quedan, los intrépidos, los que dan gas, gas, y más gas...¡Hasta siempre, campeón!