Buena cara pero sin puntos
La cara de Preciado en la rueda de prensa del Sánchez Pizjuán reflejaba una mezcla de impotencia y decepción. El Sporting tuteó a todo un Sevilla, al que le creó complicaciones, hasta el punto de que el portero local fue el más destacado de los andaluces. Sin duda, fue el mejor partido del conjunto gijonés en lo que va de temporada, pero en el que sufrió otra derrota amparada por una genialidad de Del Moral, otro desliz defensivo en una estrategia y una candidez mayúscula a la hora de rematar. Cierto es que Varas fue el más sobresaliente del Sevilla, pero no es menos cierto que ocasiones como las que dispusieron Trejo, Barral y Botía no se pueden desperdiciar. Esa fue la causa de una derrota inmerecida y que permite ver luz al final del túnel.
Preciado tiene el respaldo de Vega-Arango, pese a que la realidad es el solitario punto que tiene en la clasificación, con el que se iguala el peor inicio de la historia liguera del Sporting en Primera. En la campaña 97-98 acabó con un descenso traumático, virtualmente asegurado en diciembre, poco después del fichaje de Vega-Arango como consejero delegado sin que le hicieran caso en los consejos de fichajes, y ratificado en marzo. Ahora, las sensaciones son distintas. El presidente opta por mantener a Preciado, lo que pasa por un triunfo sobre el Granada. La imagen que el equipo rojiblanco dio en Sevilla permite un foco de moderado optimismo, aunque nos preguntamos dónde podría estar el Sporting si Preciado llega a poner este equipo desde el principio.