Un equipo querido y respetado

Un equipo querido y respetado

La encuesta de Ikerfel dejó a los levantinistas con mal sabor de boca. Pese a ser un equipo llamado Milagro, con un presupuestito con el que Abramovich pagaría las propinas del servicio de catering de su yate de verano, no me parece normal que no aparezca entre los tres clubes más simpáticos y queridos de la piel de toro futbolera. Es más, en la lista se le sitúa como el último en cuanto a índice de popularidad y el undécimo (sobre 20) que genera más antipatía. Su rivalidad con el Valencia no justifica esto...

El Levante tiene el cariño y el respeto de todos. Lleva dos años provocándole al Madrid fuertes dolores de cabeza, al Barça le hubiera tumbado en el Camp Nou si no llega a ser por un penalti villaratil no pitado sobre Juanlu (Abidal sabe de lo que hablo...) y Sandoval y Pochettino pueden dar fe del mérito del equipo de Juan Ignacio Martínez. Ojo a este alicantino sin foco mediático pero mucho criterio. Un tipo que nació (23-6-1964) dos días después del histórico gol de Marcelino a la URSS en la final de la Eurocopa del Bernabéu merece un margen de confianza. Ocupar el hueco dejado por Luis García era complicado. Pero Quico Catalán, el presidente del siglo XXI, es avispado, osado, intuitivo y con más tablas que el burladero de Las Ventas. A mí sí me cae bien este Levante...