Ha llegado la hora de despertar
La plantilla del Sporting volverá mañana al trabajo, después de casi tres jornadas de desconexión con el fútbol. El objetivo de Preciado era eliminar el estrés competitivo, con una confianza plena en la reacción de su equipo, con un talante optimista que caracteriza al técnico. Sus cuentas son que el conjunto rojiblanco está a un partido y medio de la mitad de la clasificación y las aptitudes del grupo ya fueron demostradas en la pasada campaña, cuando se logró salir de una situación que casi se valoraba como un descenso casi inevitable. El míster ya expuso que octubre puede ser un buen mes para el Sporting, aunque esta posibilidad debe convertirse en obligación, porque si resulta otro mes malo, la situación se convertirá en poco menos que caótica, con un futuro negro.
El parón liguero sirvió para que el cuadro técnico analizara lo que se hizo mal, que, a juzgar por los resultados, fue bastante. Poner paños calientes y deambular por el camino de las lamentaciones con derrotas mínimas que pudieron evitarse es engañarse. La única solución es despertar del letargo en el que parece que el equipo está sumido y trata de llegar al parón navideño en situación de luchar por la permanencia. La composición de una plantilla descompensada fue un riesgo innecesario, cuyas consecuencias se están sufriendo. El Consejo es consciente de que hacen falta fichajes en diciembre y tal vez alguna salida. La fórmula para encontrar los medios es parcela de los dirigentes. La de los técnicos es presentar soluciones y la de la plantilla despertar cuanto antes.