El principio de una nueva etapa
Brillante presentación de la Liga Endesa. Original, ambiciosa y moderna, tres cualidades que deberían ser básicas en el proceso de regeneración de la competición, sumida desde hace años en la autocomplacencia pese a la evidente pérdida de interés, audiencia y prestigio. Tras la rebelión de los clubes, aunque aún sigue Portela al frente y se busca director general, la llegada de un patrocinador tan fuerte es un paso clave hacia la resurrección. Como lo es que se establezca un horario fijo para el partido estrella de la jornada (los domingos a las 18:00 horas en Teledeporte). Tampoco ha venido nada mal el lockout NBA que, se resuelva ya o no, ha animado el mercado, atrayendo la atención del aficionado medio (el más necesario pese al frecuente desprecio por parte del experto, que considera que pervierte su sagrado juego) con la llegada de Rudy, las idas y venidas de los hermanos Gasol, etc...
A demás, en pretemporada se han visto más equipos con intención de correr, empezando por el Madrid de Laso (las pizarras en baloncesto, como los pinganillos en ciclismo, son un crimen contra la diversión). Ver jugar a Navarro es una de los grandes placeres de la vida. Seraphin, mientras permanezca en Baskonia, será dominante. Bilbao podrá presumir de equipo y pabellón, ese fabuloso Miribilla de Euroliga. Valencia y Málaga siempre responden. El Estu, con Pepu y Jiménez, vuelve a ser el Estu. Y los jóvenes llegan al galope: Satoranski, Franch, Mirotic, Jaime Fernández, Sastre... Qué empiece la Liga, qué empiece otra era. Ya toca.