Pantic inicia su sueño en el banquillo

Sole se siente como un bebé. Vive sus primeros meses como entrenador profesional con intensidad, emoción, ilusión y responsabilidad. Aprende en cada entrenamiento que dirige, en cada planteamiento que diseña, en cada decisión que toma durante los partidos. Una vez instalado como futbolista en el olimpo de los ídolos colchoneros, Milinko Pantic se ha puesto el reto de ser también un gran técnico. Tras su exitoso paso por la escuela estaba deseando una oportunidad. Pantic se sentía preparado para empezar en Primera y lo ha hecho en el Atlético B, el Madrileño para los atléticos. Miguel Angel Gil le dio la alternativa en el filial y en seis jornadas en Segunda B ha vivido ya cómo se desbaratan los planes con un mal arbitraje, cómo se pierde un partido de forma inexplicable y cómo se gana jugando de maravilla. Sole se mira en el espejo del hombre que le cambió la vida: Radomir Antic, artífice del Doblete del 96.

Pantic trabaja codo con codo con Carlos Aguilera, quien también está aprendiendo en un curso intensivo a llevar la cantera colchonera de donde él salió cuando sólo había los campos de tierra del mítico Cotorruelo. En el club no le han exigido el ascenso, pero Sole es un tipo ambicioso y sí se lo marca como objetivo. Está deseoso y preparado para que Manzano empiece a tirar de los Noguera, Saúl Ñíguez, Pedro, Sergio Marcos o Regalón. El Madrileño de Pantic es un equipo agradable a la vista. Si quieren pasar una buena mañana de domingo pásense el próximo por el Cerro del Espino. Recibe al Alcalá.