Tengo docenas de amigos que ayer me confirmaron que hoy irán a la súper tienda del Bernabéu para comprar la nueva camiseta roja que esta noche veremos en Zagreb. Da buenas vibraciones esta nueva 'piel' que podría cambiar el mal fario que persigue al Madrid en la Champions desde la volea mágica de Zidane en Glasgow. Es llamativa, transmite pasión y nos recuerda que España, el mejor equipo del mundo mundial, también lleva una camiseta con ese color sinónimo de victoria.

Mi enrevesada mente ha encontrado un punto más de extramotivación para encontrar signos que nos enseñan el camino de la Undécima-1 (nombrar la Décima ha gafado estos últimos años, por lo que he optado por rebautizarla así). La clave está en el Dinamo de Zagreb. La última vez que participó en la liguilla de grupos de la Champions fue en el curso 1999-00. Se emparejó con Marsella, Sturm Graz y Manchester United (sacó un meritorio 0-0 en Old Trafford). Quedó último de grupo y resultó eliminado. ¿Pero saben cómo finalizó esa temporada? Con el Madrid del maestro Del Bosque, del Raúl candidatable al Balón de Oro y del imberbe Casillas (tenía 19 añitos recién cumplidos) levantando la Octava en París. Once años después, vuelve el Dinamo. Equipo talismán.