Matxin supo apostar a la grande
Ha sido una Vuelta muy interesante. Mi primera felicitación va para los corredores, que han disputado todas las etapas al 100%. Esta vez no ha pasado como con los hermanos Schleck u otras figuras, nadie ha venido a pasearse. Las carreras no necesitan nombres, sino corredores que se empleen. Mi segunda felicitación va para la afición, especialmente la del norte y, sobre todo, la del País Vasco. Yo creo que esta ha sido la Vuelta con más público. Por supuesto, mi enhorabuena a Juanjo Cobo, que no se llama ni Contador, ni Nibali, pero ha sido el mejor, sin duda alguna, y ha tenido enfrente un duro rival que nunca se ha entregado: Froome. Si hubiera ganado Wiggins la Vuelta habría tenido más repercusión mediática a nivel internacional. Pero tuvo su oportunidad y se demostró que Cobo y su mismo compañero estaban mejor que él.
Como paisano me alegra especialmente el triunfo de Cobo, pues es el primer cántabro que gana la Vuelta, que era prácticamente el único éxito que faltaba a nuestro ciclismo. Hay que felicitar a Matxin quien fue el primero en darse cuenta de que Cobo podría ganar y apostó muy fuerte por él en la etapa de La Farrapona, donde sacrificó un triunfo de etapa de David de la Fuente para aupar a Cobo en la general. Luego Juanjo, al día siguiente, nos sorprendió a todos en El Angliru, pero su director ya lo intuía y no dudó en envidar a la grande regalando la chica. Y así debe ser. Si quieres ganar etapas, mejor contratar a un sprinter. Matxin también supo manejar a su equipo y logró que dos veteranos, Sastre y Menchov, trabajaran para Cobo. Y también hay que felicitar a la organización. El 90% de su labor ha sido positiva y los pocos errores cometidos se pueden corregir el año que viene.