En América los dos serían competitivos
La pregunta se repite cada vez que España está inspirada. ¿Qué haría la Selección en la NBA? Un juego interior con los Gasol e Ibaka sería de los mejores de la liga. El perímetro iría muy justo de físico, aunque con Navarro y Rudy habría anotación. A falta de ver la adaptación de Ricky, una pareja de bases con él y Calderón resultaría, cuando menos, sólida. La defensa sería discretita tirando a mala, pero el ataque compensaría. Para mí, equipo de playoff sin aspirar al anillo. Ojo, que eso ya es muchísimo.
Hoy esta España del sueño americano se mide a la única otra selección del Eurobasket que podría hacerse la misma pregunta: Francia. Con un all star como Tony Parker, uno de los mejores pívots defensivos del planeta (Noah), un alero completísimo y en progresión permanente (Batum) y ese superclase con sobrepeso que es Diaw, los galos también serían un equipo respetable en la NBA; aun más si la lesión de Mickael Pietrus no hubiera degradado su lanzamiento exterior de anémico a patético. Más físicos que nosotros, pero con menos talento y profundidad, Francia al fin ha logrado que de su colección de talentos dispersos surja un equipo. En una serie a siete partidos, España ganaría 4-1, pero si hay un rival que preocupa en este torneo son ellos.