Alonso es lo único que funciona...

Spa ha confirmado otra vez que el F150º Italia es un monoplaza vulgar y Ferrari, una escudería decadente y caduca que necesita una urgente revolución. Desde que ha comenzado la temporada llevamos escuchando el mismo soniquete a Stefano Domenicali sobre los milagrosos desarrollos del coche y doce carreras después todo sigue igual. Cada palabra que sale desde hace meses de la boca del mánager de Ferrari es mentira y lo único que persigue con tanta promesa innoble es ocultar un fracaso que le debería de haber costado el puesto. En Bélgica no ha cambiado nada: la estrategia del equipo es mala; el tema de los neumáticos empieza a parecer una broma de mal gusto y lo de Massa mejor ni comentarlo. En Ferrari tan sólo funciona Fernando Alonso.

Vettel ha demostrado que ahora mismo es el mejor piloto de la parrilla y el RB7 uno de los mejores monoplazas de la historia de la F-1. Schumacher también ha brillado a gran altura, con una primera vuelta impresionante (adelantó diez posiciones) y un quinto final que le debe saber a victoria. Es un buen momento para la retirada. A Senna le deberían obligar a cambiar el apellido después de la mamarrachada de la primera curva (ánimo, Jaime) y a Hamilton, como en el anuncio de Vodafone, le deberían condenar a reparar cada pieza del Sauber del pobre Kobayashi. Un buen gran premio en el que ha quedado claro que a Vettel no le tiemblan las piernas y que cuando lo ve claro gana y cuando no, administra a la perfección los resultados.