La posición del murciano es una cuestión de orgullo
No puso una pistola en el pecho para que le ficharan y tampoco quiere que se la pongan para salir. Vale para Pedro León y para el resto de descartados. En el caso del murciano se dan circunstancias especiales. Está convencido de que su desventura viene por una mala relación con el técnico, más que por una falta de rendimiento. Ambas cosas han influido. Su actitud no fue la mejor en el trabajo diario, pero es cierto que la cruz se la puso Mourinho por cuestionar decisiones técnicas a sus espaldas. Y ya sabemos que el portugués tiene una máxima: o conmigo o contra mí.
Ante ese panorama queda esperar que el técnico caiga, cosa poco probable, o pensar en tu futuro sabiendo que dos años parado pueden acabar con tu carrera. Pedro León está convencido de que el que resiste gana. También sabe que salir ahora del Madrid es renunciar al sueño de triunfar en un grande. Porque el dinero lo tiene garantizado de una u otra manera. Lo firmado, firmado está. Sea con venta o cesión, el Madrid debe asegurarle esos ingresos. Por tanto, estamos ante una cuestión de orgullo. ¿Me tengo que ir para que juegue minutos Altintop? Ni de broma. Aunque parezca que tiene la sartén por el mango, lleva las de perder.