El Madrid aprende a fichar poco
El Barça ya tiene a Huertas para configura una plantilla con tres objetivos: calidad, fuerza y equilibrio. Aunque el balón descanse, la temporada ya está en marcha. El acierto en la composición de plantillas es indispensable para un buen balance final. Y, en muchas ocasiones, fichar poco no es síntoma de precariedad, sino de buena salud, de que hay un proyecto sólido. En ese sentido creo que el Madrid ha variado la tónica de otros años, apostando por la continuidad. Y, a primera vista, puede acercarse bastante al equilibrio idóneo.
En mi opinión, equipo equilibrado es el que tiene dos jugadores por puesto entre las posiciones uno y cuatro (con un escolta que pueda ayudar como base) y tres pívots para completar (uno de ellos con buen tiro de media distancia). El Madrid de Laso se ajusta mucho a ese criterio: dos bases (Llull, Sergio Rodríguez), dos escoltas (Carroll, Pocius), dos alas (Suárez y un americano), dos cuatros (Mirotic, Velickovic) y tres interiores (Tomic, Begic y Reyes). Falta el comodín 1-2, pero el Madrid, al fin, aprende a no partir de cero.