Más Karim, menos Kaká

Presionar arriba y, cuando recuperas, buscar de forma vertical la portería rival. Para jugar así hay que estar muy fuerte físicamente. De lo contrario, quedas retratado. Kaká quiere, pero no puede. Ayer tuvo quince minutos de intensidad con poca fortuna y treinta en los que arrojó la toalla. Ver cómo el defensa se le anticipa casi siempre, provoca angustia. No ha perdido la elegancia, ni el sentido del juego, pero llega tarde. Y si el resto de compañeros van a otra velocidad, se nota más.

Es el caso de Benzema, que se basta y se sobra para cubrir el frente de ataque. El francés tira paredes, hace caños, da asistencias y marca. En Inglaterra volvió a lucir repertorio. Atrás quedan las dudas de las dos primeras pretemporadas. Se siente importante. No parece pesadote. Incluso ha aparcado esa frialdad para integrarse más. Y corre, corre mucho. Lo hace con sentido y eso sirve para recuperar balones. Karim y Kaká, llegaron a la vez pero se antoja difícil que sigan juntos.