El vencedor más justo

Cadel Evans ha sido el más fuerte y el más regular de este Tour de Francia y se va a coronar en los Campos Elíseos como el justo campeón de la edición de 2011. Ya lo escribí en el post del día anterior y hoy lo ratifico: el australiano ha hecho más méritos que Andy Schleck en las tres semanas de carrera.

Ya sé que Andy tiene una actuación estelar en un día concreto, en aquella cabalgada épica de 60 kilómetros camino de la cima del Galibier. Su estampa quedará para el recuerdo como una de las más bellas jornadas de esta edición y de los últimos tiempos. Pero ese día, Evans también estuvo cumbre a su manera, cuando tomó las riendas en primera persona para darle un importante mordisco a la ventaja de Schleck. El Tour no se suele ganar en una etapa: se gana sabiendo aprovechar los días buenos y gestionar sin excesivos daños los malos. Cadel, mejor estratega, hizo ambas cosas a la perfección.

Realmente, Andy Schleck no ha perdido el Tour en la contrarreloj de Grenoble, una especialidad en la que es meteóricamente inferior a Evans. El luxemburgués cedió gran parte de sus posibilidades con su actitud reservona en las etapas de los Pirineos. Si tu fuerte es la montaña y tu rival te supera en la contrarreloj, tienes que intentar pellizcar tiempo siempre que la carretera se empine. No sólo no atacó, sino que nos sumieron a todos en un prolongado bostezo que no nos quitamos hasta la última semana de carrera… Y de qué manera.

Aun así, Andy volvió a tener su chance en la etapa del Alpe d’Huez, pero o no supo interpretar la carrera, o tuvo miedo a pagar los esfuerzos del día anterior. El caso es que el luxemburgués se vio con Alberto Contador, en el osado ataque que éste lanzó a 92 kilómetros de la meta, aunque decidió no darle ningún relevo. Ya nunca lo sabremos, pero quizá con más colaboración ambos se habrían presentado en la meta juntos: la etapa para Contador (y quizá el podio) y el Tour para Andy.

Contador se marcha de vacío en la quinta plaza de la general y con un segundo y dos terceros puestos en etapas. Poca recolecta para un ganador de seis grandes vueltas. Las clasificaciones no le servirán para consolarse, pero sí la imagen heroica que desplegó con su ofensiva en la última jornada alpina. Así es como tiene que caer un campeón, con las botas puestas.

Los ciclistas españoles han roto una racha de cinco victorias en el Tour, pero han vuelto a ser protagonistas. Samuel Sánchez cierra en la sexta plaza y con dos premios gordos: la etapa de Luz Ardiden y el maillot a lunares de la Montaña, un premio muy español que no se ganaba desde 1974 (Txomin Perurena). También cazó su etapita Luis León Sánchez, que ya suma tres en el Tour. Y hasta el Movistar, a pesar de su mala suerte y de su farolillo rojo por equipos, puede irse con la cabeza bien alta con una victoria parcial del portugués Rui Costa y con la pelea de José Joaquín Rojas por el maillot verde.




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