F ue el de ayer un día grande para el Athletic. Si a los leones les recorrían gusanillos por el estómago ante la llegada de Bielsa, a uno, que lleva dos décadas en esto, se le movían culebras. El Loco no decepcionó en su primera entrega. Me agradó, sedujo e hizo sentir que este club es aún más importante desde su llegada. Está aquí porque abrió la puerta a la emotividad, a los sentimientos, a esos aspectos intangibles y tan distantes de la plata que convierten a los héroes en humanos. Y es que el Athletic es eso, un reto para soñadores, un rinconcito de alegría en el fútbol de avaros y ogros... Para Bielsa, sentarse en el banquillo local de San Mamés es un privilegio, una meta que atrae hasta a su alumno y profesor Guardiola.

Este 'Loco' está muy cuerdo. Aunque doloroso, resultaba necesario ir al stage con un grupo más reducido, así como mimar con cariño a Javi Martínez y Muniain, dos muchachitos con exigencias físicas y mentales de estrellas. Y no piensen que Saborit y Galarreta viajan a Oliva como premio, sino a prueba. El talante afable, bromista y cautivador con que Marcelo se presentó ante ustedes no fue un farol. Que uno de los mejores técnicos del mundo lo vea todo de color de rosa en el Athletic... Suerte.