Un domingo para no olvidar...

Que España gane todas las carreras disputadas en Mugello sólo es comparable a que Argentina gane a Brasil en Maracaná o a que un Ferrari sea doblado por un McLaren en Monza. El autódromo de la Toscana es el Olimpo del motociclismo italiano y posiblemente la prueba más espectacular del Mundial, una cita que los pilotos transalpinos corren a cuchillo y que no suelen dejar escapar, por tanto imaginen qué palo se han llevado los tifosi escuchando hasta en tres ocasiones el himno de España. La victoria de Terol ha sido una exaltación a la inteligencia digna de ser rubricada por el mismísimo Ángel Nieto frente a un rival, Johann Zarco, que tiene una pinta imponente. La de Marc Márquez ha sido parecida pero con más épica. Ya es segundo y a Bradl le empiezan a temblar las piernas.

El tercer triunfo del día ha sido para Lorenzo. El mallorquín cuando está centrado es imbatible y suple con tesón y arrojo lo que le falta a su M1. Otra vez ha quedado muy claro que las Honda son superiores a las Yamaha y que lo ocurrido en Mugello con Stoner no va a suceder en más carreras. Las M1 tienen que mejorar urgentemente. Pero Stoner no sólo piensa que le han fallado los mecánicos, también su equipo. Dovizioso le ha quitado el segundo puesto en el último suspiro y se ha quedado con cuatro puntos menos. Está claro que en Repsol no hay órdenes, a mí me encanta, pero al bueno de Casey le ha escamado bastante que nadie haya frenado a Dovizioso. Quién sabe si en el GP de Valencia más de uno se puede acordar para toda la vida de esta decisión.