San Jaime y los dioses se vistieron de franjiverde

Decían los pesimistas que el Elche no subiría y su argumento se basaba únicamente en que Bordalás nunca había ascendido en un playoff. Cierto es que la mala suerte se ha cebado con el técnico alicantino en estas eliminatorias a vida o muerte con equipos como el Alicante o el Alcoyano. Pero ayer, los dioses se vistieron de franjiverde y le devolvieron todo el mal fario arrastrado en los últimos años. Y el artífice de todo fue San Jaime que enmendó la torpeza de Vasco en el último segundo. Lo del portugués con los penaltis ya es de traca. Ya lo hizo ante el Rayo, ayer volvió a incurrir en el error y encima el penalti se repite por su culpa. Tres fallos que podían haber sido fatales.

El resultado es bueno para el Elche pero ni mucho menos se puede considerar ascendido. La euforia es lógica porque el fin del partido relanza al Elche y hunde al Granada, a pesar de que el equipo rojiblanco fue mejor ayer. Bordalás ya se encargó, en el mismo avión de vuelta, de poner los pies en el suelo al grupo. Eso sí, la afición tiene derecho a soñar con volver a la élite después de 22 años. Una generación entera no ha visto al equipo franjiverde en Primera. Y el Martínez Valero reventará.