Epílogo a la Edad de Hierro

Fernando Hierro va a viajar con la Selección a Estados Unidos y Venezuela. Podría haber iniciado su marcha y saltarse este viaje, pero el director deportivo de la Real Federación Española de Fútbol se ve en la obligación de hacer el último servicio a la absoluta (con la Sub-21 acabará su ciclo en la RFEF y espera marcharse con la clasificación de a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 conseguida). Hierro, cuya figura no se entendía cuando asumió el cargo, ha hecho útiles sus funciones en la coordinación de las categorías inferiores y la absoluta.

Además de ser el nexo federativo para negociar las primas y los compromisos publicitarios de los internacionales, desde que eligió a Del Bosque seleccionador, Hierro ha controlado la organización de la absoluta. Y, aunque él no se quiera dar importancia, su papel de casco azul podía haber sido importante en caso de que la guerra civil que estalló en la tormenta de Clásicos entre los del Barça y los del Madrid se hubiera reabierto ayer en la concentración de Las Rozas. Pero no fue el caso. Las heridas ya casi han cicatrizado. Y el buen rollo presidió de nuevo la convivencia de La Roja. Y no tuvo que emplearse a fondo en uno de sus últimos servicios antes de irse el 30 de junio cuando acaba la que llamaron la Edad de Hierro, que escribe su epílogo estos días.