La tentación de esconder a Agüero
Viendo hace dos jornadas como el Atleti perdía tiempo en Cornellá con 2-2, dejando claro que no se creía el sueño de la Champions, pensé: "Vale, pues que no juegue más Kun en lo que queda de Liga". Esta descomunal racha de Agüero no debe sorprender a nadie que haya seguido la temporada rojiblanca. La comenzó como un cohete y sólo le frenaron las lesiones y la depresión general que adormeció al equipo durante el invierno. Pero cuando el físico y la compañía se lo han permitido, ha presentado una seria candidatura para ocupar el tercer escalón en el podio de cracks de Primera tras Messi y Cristiano.
Sin embargo, la época de bajón había empujado a los depredadores a buscar presas en pastos más verdes y el futuro atlético de Kun parecía asegurado. Ahora, a base de exhibiciones televisadas para el mundo entero, el miedo regresa al Manzanares. Los 45 millones de cláusula suenan a chollo por un delantero de 22 años capaz de tirar él solito de uno de los equipos más difíciles del mundo. Adivinarle un techo a Agüero resulta imposible. Si les dijeran que va a ganar un Balón de Oro en los próximos cinco años, ¿les sonaría a ciencia ficción? A mí tampoco.
Por eso, hago una petición pública a Quique: si no creen en la Champions, no ponga más a Kun. Escóndanlo, mándenle de vacaciones a la Cochinchina y convenzan a Batista de que es una decisión sabia no llevarle a la Copa América, que le sobran atacantes y no le necesita. Así, tal vez los cazadores se olviden de él. Y si, ahora sí, ven posible el cuarto puesto (que es su obligación), me gustaría que me explicaran el conformismo de aquel día en Cornellá, porque esos dos puntos eran vitales. No aprenden.