Repetir un ciclo inolvidable
El Oporto revive en esta semifinal los primeros años de Mourinho en el club luso, cuando ganó la final de la UEFA en Sevilla, en 2003, ante el Celtic y un año después la Liga de Campeones. Con una clara diferencia, la de ser ahora favorito. Por entonces sus jugadores eran grandes desconocidos, aquellos que destacan en los mejores equipos europeos, como puede ser Paulo Ferreira o Ricardo Carvalho. Ahora futbolistsas como Hulk o Falcão son codiciados por importantes clubes y se han ganado el respeto en Europa. Pero lo cierto es que entre la afición portuguesa se vive el mismo entusiasmo que en años atrás, con el deseo de volver a repetir un ciclo inolvidable. La Liga está ganada, jugarán la final de la Copa de Portugal y por qué no pensar en jugar una final europea. Con el aliciente además de saber que en Dublín sería una final portuguesa.
Se repite también la historia del mediatismo del técnico del Oporto. Junto a la curiosidad de ser el discípulo de José Mourinho, los buenos resultados del entrenador luso despiertan el interés en varios equipos europeos. De nuevo se unen juventud y pasión por el fútbol, y mucho trabajo, en la persona que dirige el banquillo blanquiazul, aunque con estilos muy diferentes. Si como discípulo de Mou ha aprendido bien la lección, André Villas-Boas está a las puertas de iniciar una brillante historia profesional en la que no le faltarán títulos. Eso sí, él es muy consciente de que el Villarreal no se lo pondrá esta noche nada fácil.