Mou jugó con fuego

AMourinho siempre le quedará la duda de lo que podía haber sido si no hubiera sido tan especulador y hubiera salido a por el Barça desde el principio, porque visto el truño de primera parte que ofrecieron ambos equipos, queda la sospecha de que un Madrid más ambicioso hubiera puesto en muchos apuros a los de Guardiola, que parecía que eran los únicos que sabían que la vuelta se jugaba en el Camp Nou. Los de Mou, por lo visto, se pensaban que se jugaba en Mestalla.

El partido fue por instantes aburrido, hasta que Leo emergió de nuevo para demostrar quién es el amo. Nunca había marcado en una semifinal de Champions, pero el Bernabéu es su territorio de caza favorito. Asociado con un Afellay que ayer justificó su fichaje, le dió una cornada mortal de necesidad a un Madrid que especuló demasiado. La historia puede salir bien una vez, dos incluso, pero jugar tres veces a ver venir al Barça y regalándole la posesión es jugar con fuego.