Con la cabeza bien alta

Con la cabeza bien alta

El equilibrio existe y estamos de suerte por ello. No hay que poner ni un pero a la victoria del Madrid como tampoco se le puede poner ninguno al juego del Barça, que durante un buen tramo de la segunda parte ofreció unas dosis de fútbol estupendo, pero que no le alcanzó para ganar una final tremenda. El Madrid, en momentos de apuro, demostró que sabe aguantar y el Barça puede salir con la cabeza alta de un partido memorable. La victoria de la Copa del Madrid viene a prestigiar lo que está haciendo el equipo de Guardiola. Ahora es cuando más claro se ve el mérito que tiene todo lo que están logrando hasta el momento. Lo logrado y lo que está por venir. Porque lo de ayer no rompe nada, en todo caso, da más valor a lo logrado.

Ahora, con la Copa del Rey para el Madrid y más de media Liga en manos del Barça, las semifinales de la Champions League se adivinan más apasionantes que nunca. Para superarlas, el equipo blanco deberá mantener el extraordinario nivel físico de los dos últimos encuentros, mientras que el Barça deberá mantener su estilo, porque lo que se perdió ayer se perdió ante un rival al que sólo queda felicitarle y citarle para la próxima. Ya sólo queda saber perder con la elegancia con la que se supo ganar y pedir la revancha, que se vivirá el martes que viene. Ante lo sucedido ayer, los barcelonistas sólo pueden seguir sintiéndose orgullosos de ser de un equipo tan elegante en el juego como lo es en la victoria y en la derrota.