Tercero, ¿meritorio u obligatorio?
El pasado 23-F, Llorente dijo que "era una obligación ser tercero". Pareció un golpe, otro de sus apretones. En ese momento el equipo iba tercero, dos puntos por encima del Villarreal y diez más que el Athletic que era quinto. Debió pensar que ser tercero era jauja. Pero no le escuché al presidente, allá por finales de agosto, cuando tuvo que vender a Villa, Silva, Zigic, Alexis y Marchena por 83 millones, decir lo mismo. En aquellos momentos hubiese sido casi una frivolidad cargarle al entrenador y al equipo con esa presión, cuando se había deshecho el equipo. Aquí vinieron los delanteros del Mallorca y del Getafe para sustituir a los que se fueron al Barça y al Manchester City. Y gracias a Dios que han salido muy bien. Ahora a punto de ser terceros, no quisiera que pareciera fácil. Si se consigue, quizá pudiera ser hasta con más puntos que la temporada pasada y con menos equipo. Faltan ocho puntos para llegar a los 71 del año pasado y quedan 18 por disputarse.
Habrá que darle mérito al trabajo del entrenador, porque lo mismo termina por creerse Llorente que el mérito es suyo. Suyo es haber reducido la deuda (en 150), vendiendo estrellas y gracias a los 92 de ampliación de capital. Pero puestos a objetivos ambiciosos, Llorente también se los podría poner: ¿es una obligación vender Mestalla y terminar el nuevo estadio? Llorente dijo en noviembre que quizá se reanudaban las obras esta temporada. Va a ser que no. Estamos en crisis. Lo sé. La misma que le obligó a él a vender a los cracks y siguió exigiendo al máximo en lo deportivo.