Hay que confiar en Mourinho

Solo un tsunami futbolístico impedirá que el partido 500 de Mourinho como entrenador principal sirva para que el Madrid pase a las semifinales de la Champions. Sería una bonita forma de festejar un número mágico casi once años después de la primera vez que se sentó en un banquillo como máximo responsable. Fue con el Benfica que, en una de esas extrañas decisiones que a veces toman los clubes, no se dio cuenta de que estaba tirando por la ventana el boleto premiado. Curiosamente, su primer triunfo fue contra el Belenenses, el equipo que inauguró el Bernabéu y del que su padre fue portero titular. Para Mou cuenta menos el pasado que el presente y el futuro y, por lo tanto, toda la experiencia acumulada en las 800 horas dando órdenes dentro del campo, la usará para afrontar con tranquilidad y optimismo los difíciles compromisos de las próximas semanas.

Si José Mourinho ha ganado en todos los sitios donde ha estado, no hay ninguna razón para que lo mismo no suceda en el Madrid. Todo es cuestión de tiempo. Es normal que los madridistas quieran saborear las mieles de la gloria de forma inmediata. Pero las urgencias históricas por las conquistas de títulos no deberían hacer olvidar que el proyecto ha empezado hace sólo diez meses. Sería injusto considerarlo un fracaso si las cosas se tuercen y no se consigue nada. Hay que confiar en Mourinho, porque algo caerá. Eso es lo que deseamos todos los portugueses. ¡Força, Zéy a por su tercera, la Décima del Madrid!