NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hipocresía vestida de prudencia

Guardiola lanzó ayer un mensaje de consumo interno al no dar por muerto al Shakhtar. Un mensaje que, sospecho, le copiará hoy Mourinho, con un marcador aún más favorable frente al Tottenham. Cosas peores se han visto, vino a ser la advertencia al vestuario y al público en general. Y se han visto. El Borussia Mönchengladbach defendía un 5-1 en el Bernabéu hace 26 años y el Madrid de los milagros le sacó de pista. El Barça, un año antes, ganó 2-4 en Metz y cayó 1-4 en el Camp Nou. En el fútbol pasan cosas así cada treinta años, pero aquel Barça no es éste y aquel Borussia está a un mundo del Madrid actual.

Uno y otro están casi fuera de peligro, pero conviene no aparentarlo y disfrazar de prudencia extrema lo que parece hipocresía en el discurso. Los hechos, en cambio, van por otro lado. Sospecho que Mourinho hubiese sacado un once diferente en Bilbao si hubiese estado a cinco puntos del Barça. Sospecho que el portugués y Guardiola se guardarán futbolistas para el maratón de Clásicos que se avecina. Un maratón que no es casual. Madrid y Barça están condenados a verse en todo porque nadie es capaz de evitarlo, ni en España ni en el mundo. El Clásico es universal. Es el mundial de los pesados.