Ferrari no puede andar de este modo

No ha arrancado con expectativas halagüeñas para Ferrari el GP de Malaisia. Hemos visto tan sólo el rendimiento de los favoritos en los entrenamientos libres, es cierto, pero tal y como ocurrió en el debut de Australia, la sensación que me ha dejado este viernes de pruebas es que la cosa no pinta demasiado bien. Alonso dice que no esperan milagros para la calificación. Yo añadiría que una escudería de la tradición, el prestigio y los medios de la de Maranello no debería esperarlos, no puede encomendar su rendimiento a las circunstancias o la improvisación. Esa dependencia de factores ajenos es propia de proyectos menos ambiciosos, nunca de uno que busca la excelencia del triunfo. Cuando es así, mal asunto, porque se depositan las esperanzas en aspectos incontrolables.

Sigo pensando que no conviene precipitarse, como también decía el asturiano sólo se ha jugado el primer partido de la Liga. Pero desde luego que tampoco hay tiempo para la relajación, para ceder terreno y confiar en que llegarán momentos mejores. En la competición, quien perdona lo paga, porque sus rivales no lo harán. Si Ferrari no se pone las pilas, cuando quiera darse cuenta puede estar a muchos puntos de los favoritos. Y tampoco quiero afirmar con esto que entonces el daño ya resultaría irreparable, pero ir a remolque de los demás es el escenario menos propicio. Por supuesto que mantengo todas mis esperanzas (el derrotismo se lo dejamos a Briatore), aunque reconozco que mi inquietud es mayor de la que me gustaría. Incluso para la segunda carrera del año...