La hora de recuperar las calles

No atraviesa el Estu (ni el baloncesto en general) su momento de mayor tirón y, por eso, son fantásticas iniciativas como la de esta semana, anunciando a sus vecinos que vuelve al barrio, que les necesita, que es uno de ellos. El club colegial es especialista en estas lides. Ya encerró a Jasen en un ataúd para gritar que no bajaban y plantó a media plantilla en un huerto, al más puro estilo Amanece que no es poco, para captar abonados. Su departamento de márketing piensa, innova, sorprende... Funciona. Y recuerda el camino que el basket nunca debió abandonar.

U n deporte que siempre ha sido moderno, joven y de la calle, lleva demasiado tiempo mirándose los encorbatados ombligos. Buscando más excusas que soluciones mientras el declive avanza imparable. Si ya no nos quieren como antes, será que algo se ha hecho mal. Y va siendo hora de dejar de rechinar los dientes rememorando los dorados años 80, para volver a los orígenes y recuperar a los aficionados perdidos, uno a uno, puerta a puerta. Si la montaña no va a Mahoma...