Bienvenido, Mister Tottenham
El aura de Bill Nicholson señorea en el antepalco del estadio de los Spurs mientras su busto observa frustrado el paso de generaciones que nunca igualarán sus 40 años de éxitos como jugador y manager. Fue el auténtico Mister Tottenham, una especie de Bill Shankly azul marino y sin labia, que se retiró al ver que figuras mediáticas como Brian Clough conquistaban el fútbol inglés con armas nuevas, no sólo futbolísticas, sino también dialécticas.
Nicholson, jugador que mamó el push and run (tocar y salir, diríamos aquí; antepasado rústico del tiqui- taca), único inglés que ha marcado en el primer balón que tocaba en su debut y a la vez último partido con su selección, hablaba poco, pero su mejor frase serviría para incendiar el Bernabéu de José Mourinho sin necesidad de hooligans de chárter y pensión completa de cerveza: "Si no ganas nada, has tenido una mala temporada", dijo el manager que ganó Liga, Copa, Recopa y UEFA con el equipo de los lirios blancos. Si la estatua de White Hart Lane hablara