Los pilotos ponen el espectáculo
Creo que este Mundial de Fórmula 1 va a ser uno de los más igualados de la historia. La verdad es que pienso lo mismo cada temporada cuando el campeonato está a punto de arrancar, no sin antes haberme pasado el invierno quejándome de que todo este circo ya no es lo que era. Creo que esta actitud es algo innato en el viejo y buen aficionado. Antes hablábamos de las excelencias de tal o cual piloto; del V12 de Ferrari; de los circuitos; del ruido de los motores; de estrategias; del mejor sobre mojado o del más rápido a una vuelta.
A día de hoy todo esto se ha complicado. Ahora se habla de aerodinámica; del alerón DRS; de neumáticos; de centralitas; de reglamentos; de comisarios; del Safety Car; de ingenios enigmáticos para adelantar más; de enemigos tramposos que no de rivales virtuosos; ¡hasta de regar circuitos! Reconozco que todo esto me empieza a fastidiar. Ni tiene que ser lo que pensaba Enzo Ferrari cuando decía que la aerodinámica es para los que no saben hacer buenos motores, ni tampoco lo que hoy en día están imponiendo ingenieros y marketinianos con tanto alerón mágico e ideas grotescas.
El adelantamiento en la Fórmula 1 es lo que el gol al fútbol y se ven más goles cuanto mejor son los futbolistas. Esa es la apuesta. Adelantan los pilotos, no los alerones. Si quieren más espectáculo pregunten a los pilotos, pongan a los ingenieros a su servicio y no al revés; limiten la aerodinámica y acaben con tanto gasto de nuevo rico tecnológico. Un toque de nostalgia no le vendría mal a la F-1.