Vaya por delante que me ha decepcionado el rendimiento del Ferrari en la calificación de este primer gran premio. Esperaba, tras la pretemporada, que estuviera más cerca del equipo de referencia y no en esa brecha inmensa que se ha abierto entre la pole de Vettel y el quinto puesto de Alonso (me refiero de tiempo, no de posiciones, claro). También entiendo que llegamos todos con muchas ganas de carreras a esta cita de Australia y de desvelar por dónde pueden ir los tiros durante el Mundial. Pero creo que lo oportuno es ser prudente, ocurra lo que ocurra este domingo e incluso diría que en los próximos tres compromisos. Ya hemos aprendido todos que la F-1 es un mundo complejo y cambiante, así que en estos casos lo mejor es darle tiempo al tiempo...

Nos queda todo por descubrir en esta temporada de las grandes transformaciones, tanto sobre los Pirelli, como sobre el alerón trasero móvil, el KERS, las estrategias, la evolución de los monoplazas... Porque Australia es un circuito especial con unas condiciones particulares. En realidad, todos lo son y por eso creo que lo oportuno es promediar el rendimiento de cada participante en diferentes escenarios. Ni la campaña 2010 fue un paseo (como lamentablemente sabemos) para Alonso por ganar la primera carrera, ni tiene que resultar un desastre si hoy termina sexto... Sé que suena a perogrullo, pero me da la impresión de que a veces la precipitación nos lleva a olvidarlo. Y lo importante es que en este tránsito podamos disfrutar de un buen espectáculo.