El hombre que mató al lateral zurdo
Hasta que asfaltó el carril izquierdo y lo convirtió en autopista, Roberto Carlos era sólo un cantante brasileño, un gato que estaba triste y azul, y el eco de un millón de amigos extremos derecha asediando la banda del Real Madrid. Entonces, llegó este Liberty Valance paulista y consiguió que por una vez leyenda y verdad se fundiesen en una sola historia que contar en los periódicos: él solito acabó con los laterales tal y como los conocíamos. Casi como el daño irreparable que el tiqui-taca ha hecho con los torneos de solteros contra casados (ahora hasta el vecino del quinto quiere tocarla como Iniesta), el mundo empezó a creer que doses y treses (las cartas tontas del mus) tenían que subir y bajar la banda como él.
Si su amigo Ronaldo, el bueno, como les gusta decir a los que saben de esto, inventó a Benzema, la herencia de Roberto Carlos es tal que hubo que retroceder 25 años para reinventar el defensa zurdo. Quiso ser Gento, Camacho y Puskas al mismo tiempo y lo consiguió. Todos buscaron imitarle y todos fracasaron. Los mató de éxito Roberto Carlos. Y en esas estamos, esperando su homenaje para tocar un réquiem por el lateral izquierdo.