Kun vs Iker: lo mejor de este derbi
Estuvo Agüero, arriba, muy arriba. Tres pisos por debajo, cumplió Reyes. Y en el abismo, tan profundo que casi ni se les veía, el resto del Atlético: jugadores superados, un entrenador batido de inicio y grada rabiosa. Un derbi más para que nada cambie: tanta impotencia que dio la sensación de que el Madrid no quiso apretar porque quien debería ser enemigo irreconciliable sólo es un vecino simpaticote y poco molesto. Un insulto a la historia al que sólo se opuso Kun, un futbolista descomunal que no entiende de imposibles. Y eso que Casillas lo es para el Atleti desde hace tanto que cuando uno busca nombres propios para esta maldición de los derbis, que si no es eterna lo parece, le surgen dos: Iker y Ronaldo, el original, el brasileño.
Así, mano imposible a pie inverosímil, Casillas minó la moral de Fernando Torres durante años, llegando a un punto álgido en un 0-3 de 2005 en el que el Niño acabó buscando una cámara oculta tras los palos. Todo lo sacó Iker, incluido el corazón del Manzanares. Ayer, sin tanta pirueta, la portería volvió a ser factor diferencial en la primera parte. De Gea falló, Casillas salvó, 0-2 al descanso. Pero allí siguió Kun, yendo y yendo, de cabeza contra el muro hasta que lo derribó. Tarde, sí, pero loable porque, en tiempos de tanta distancia entre unos y otros, el duelo Agüero-Casillas le dio lustre al partido: dos fueras de serie cara a cara, rivalidad, emoción, talento... Todo lo que debería ser un derbi y nos están haciendo olvidar.