Javi Martínez hace bien hablando en general de que el techo del Athletic está aún muy lejos del actual. Es señal de ambición y de que piensa en presente y futuro rojiblanco. Uno cree que el tope de productividad del campeón del mundo también dista muchísimo del que ha ofrecido hasta ahora en esta campaña, aunque es cierto que quizás arrancó mermado por sus excesos físicos con las Selecciones absoluta y Sub-21 en este verano. Maquilló sus actuaciones con cuatro goles consecutivos muy importantes de cabeza, en una racha en la que el Athletic sumó diez puntos. Si en otros momentos Javi Martínez ha sido el sostén del equipo, en la actual campaña ese papel ha correspondido a Gurpegui.

Quizás las cuatro derrotas del equipo hayan llegado a tiempo. Porque ahora, vestuario y técnico saben que hay que apretar mucho los dientes de aquí a final de temporada, que los resultados no llegan solos. Mientras tanto, ya hay parte del entorno que parece decidido a lanzar las elecciones. Se empieza a hablar de fechas, se da la pista sobre grupos de socios que se reúnen, unos con antecedentes en candidaturas y otros no... El equipo es maduro y sabe lo que se juega, debe centrarse en el balón sin mirar a un lado u otro. Y también es deseable que la directiva se emplee mucho en el día a día del club, más que en planificar sus próximos cuatro años si sale reelegida. A mí, al menos, no me preocuparía si se presenta tal o cual socio. El Athletic está muy vivo y abierto en lo deportivo e institucional. Es buenísimo.