Ghubn, jugadores y Pellegrini

Por fin llegó Abdullah Ghubn. Parece ser que lo tenía previsto y no tiene nada que ver con la crisis que vive el Málaga, aunque ha coincidido. Su presencia hacía falta. Los jugadores, uno de los causantes de la actual situación que atraviesa el conjunto malagueño, necesitan ver al mandamás cerca de ellos buscando algo de calor, aunque saben perfectamente que el rapapolvo va a ser de considerables proporciones, porque hay algunos que parece ser que han venido a la Costa del Sol a pasar el rato y a tomar algo de color con el astro rey. También, el entrenador, Manuel Pellegrini, otro de los culpables de lo que está ocurriendo, quiere ver al jefe, aunque éste ya le dijo que tiene que sacar la nave adelante como sea, porque en un principio va a seguir.

Y como esa es la decisión del dueño del club, que ha puesto mucho dinero, todos tienen que estar unidos. Habrá que olvidar las rencillas, problemas, egos y enfados por tonterías, y centrarse en ganar seis partidos, que son los que hacen falta para seguir en Primera. El equipo ha tocado fondo. La Segunda División está cada vez más cerca, pero queda un tanto por ciento, bien es verdad que pequeño, de posibilidades, que hay que apurar hasta el último momento. Todos a una como Fuentevejuna. El Málaga es un sentimiento. Volveré.