Ecclestone: por la boca muere el pez

Ecclestone: por la boca muere el pez

Me parece inaudito que Bernie Ecclestone haya salido a la palestra para ponerse la medalla de que no piensa reclamar a los organizadores de Bahrain los derechos económicos tras la suspensión de su gran premio. Sinceramente, ni se me había pasado por la cabeza el asunto, cuando tanto y tan importante es lo que se está jugando el pueblo bahrainí. En su día comenté, y me reafirmo en ello, que es una lástima la suspensión de un evento deportivo por razones políticas, pero evidentemente el cariz que han tomado los acontecimientos relega a un plano insignificante tal circunstancia. No me refería, claro está, a que la Fórmula 1 tuviera más trascendencia que el futuro de un país (aunque algunos así lo interpretaron y lamento el malentendido), simplemente quería decir que me entristecía lo que estaba ocurriendo y que, además, pudiera afectar a un evento que nada tiene que ver con el problema de fondo.

De hecho, pienso que la anulación del GP de Bahrain ha servido de amplificador para las reivindicaciones del país. En la convulsa situación del mundo islámico, la problemática de la Fórmula 1 ha atraído el interés de algunos que quizá, de otro modo, hubieran reparado en menor medida en lo que ocurría en aquel lugar. Incluso, muchos pilotos y equipos se han mostrado solidarios con la causa de esas gentes, dejando claro que los derechos y la dignidad humana no admiten negociaciones ni especulaciones. Por eso no me deja de resultar chocante que, visto lo visto, el patrón del negocio siquiera insinúe que podría reclamar algo a una nación en una situación tan delicada y grave. Simplemente sacar el asunto a relucir ya se me antoja como una equivocación clamorosa.