Hasta para aguantar la dureza el Kun es diferente. Nunca ha querido entrar en polémicas, pero la realidad es que de todos los delanteros galácticos que juegan en España, Agüero ha sido el que ha sufrido peores consecuencias. Aparte de los entrenamientos que se ha perdido por lesión, hasta ocho encuentros se ha quedado fuera por culpa de los golpes con el consiguiente perjuicio para un equipo que esta sustentado en sus habilidades. Nadie ha pedido medidas para protegerle y en Zaragoza el argentino volvió a ser el capitán de las ocasiones y no le importó ir al choque con cualquiera, incluido el regalito de Ponzio. Un ejemplo que ha permitido que el Calderón vuelva a vibrar con una estrella que realmente siente los colores más que nadie.

No es extraño por lo tanto que la producción de goles no sea la misma que en otras temporadas. Por su contextura física, Kun necesita estar en plenitud para poder rendir a tope durante los partidos y ver portería con facilidad. El no poder mantener una continuidad provoca estos dientes de sierra cada domingo, pero lo que hay que destacar es que nunca rehuye el choque y le motiva bajar el balón y dejar en evidencia al que le pega más duro. Si Forlán y Reyes le siguen en su valentía, no tengo dudas que la recta final de los rojiblancos promete emociones fuertes. Tampoco estaría mal que las cabezas visibles del club, Cerezo y Gil Marín, pongan el grito en el cielo para que los árbitros vigilen mucho más los marcajes sobre su gran estrella.