Derrota con lectura positiva

Sacar lecturas positivas de una derrota dice mucho de un equipo. Es el caso del Almería, de este Almería de Oltra, que ayer regresó a su casa. Tiene mucho que ver el técnico valenciano en el nuevo espíritu del conjunto rojiblanco. Anunciaba un partido cerrado, de los que se resuelven por detalles. Sí, fue una moneda al aire. Cayó del lado granota porque ni Oltra ni nadie puede convertir a los cándidos centrales del Almería en lo que no son. Pero nunca bajó los brazos, cercó a los locales por instantes y obligó a Munúa a lucirse.

Si el Almería sigue siendo fuerte en el Mediterráneo (como lo está siendo en este 2011) y logra arañar puntos fuera, conseguirá su objetivo. Porque la dinámica ha cambiado en este Almería. Se ve a los jugadores más sueltos, independientemente de la fortuna que tengan en partidos puntuales. Hay un once con el que se identifica la gente y que es absolutamente ofensivo. Ulloa, Piatti, Kalu Uche y Crusat, un poker que exige el respeto de los rivales de antemano. Les gusta el traje que les ha puesto Oltra. La liberación mental de este Almería trae consigo que las derrotas duelan pero no hundan. En la lucha por la permanencia, quien supera ese complejo tiene media guerra ganada.